Alargué mis vacaciones lo máximo posible. Sin trabajar y sin rendir finales. Sin embargo, han llegado a su penoso fin. Todo tiene que ser tan predecible? por qué no nos pueden sorprender diciéndonos, hoy, último viernes de vacaciones, que han decidido darnos una semana más de descanso debido al poco pelo que nos está quedando en la cabeza. Vamos, a todos nos gustan las sorpresas! Las sorpresas lindas, no la sorpresa de recibir en mi bandeja de entrada que tengo que ir a la facultad a comprar un texto y tenerlo leído para el primer día de clases.
Después del párrafo quejoso inicial, deviene el optimismo. Lo que me emociona de este cuatrimestre es que tengo metas más alegres, más interesantes, y más egoístas.
Tener metas, ya es inspirador de por sí. Igualmente, la meta más importante es llevarlas a cabo, o disfrutar los intentos y omitir los fracasos.
La conclusión es: creo en el equilibrio. No hay años malos o años buenos. La primera parte del año fue deprimente, esta va a ser más interesante. Es la revancha!
Gracias por votarme. Adiós.
3.8.07
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5 comentarios:
qué lindo espíritu tiene este post!!! te quiero mucho
arribismo
fantasía
felicidad
y no pierdas el tiempo
el mosaicooo
Tu comentario en mi blog sobre El Juguete Rabioso sí trasluce el entusiasmo y la ansiedad que tuviste al leer esa novela maravillosa.
beso, Andrés.
te dejo mi msn, si querés:
desertico7@hotmail.com
también se trasluce la casualidad de la dirección (Lavalle al 500).
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